1. Reparación física
Durante el sueño profundo el cuerpo prácticamente bloquea todos sus sentidos. Cae la frecuencia cardíaca, bajan el ritmo respiratorio y la presión arterial disminuyen y se libera la hormona del crecimiento.
Esta hormona es la responsable de organizar la reparación de los tejidos dañados a lo largo del día
Es la razón por la que tras una noche de sueño reparador las heridas mejoran, se reduce el cansancio.
2. Menos arrugas
El proceso reparador celular no solo funciona a nivel interno. También la piel se renueva con más afán durante la noche.
3. Fijar los conocimientos
Quedarse estudiando toda la noche el día antes de un examen es un error.
No solo vas a ir al examen agotado. Posiblemente, no recuerdes partes de lo estudiado. La razón está en que los datos se fijan en la memoria durante el sueño. Mientras duermes, el cerebro criba todos los estímulos del día, eliminando los inútiles y archivando los necesarios. Si quieres que entre los guardados estén los apuntes de tu oposición, estudia con ganas y échate en brazos de Morfeo antes del examen.
4. Más creatividad
Esos mismos procesos neuronales allanan el camino para que saquemos toda nuestra imaginación. Si tienes que presentar un proyecto a un cliente, preparas una campaña de publicidad o estás escribiendo tu tesis, no pierdas ni un minuto de sueño.
5. Control del peso
¿Acabas de ponerte con la operación bikini? Además de alejarte del picoteo y las comidas hipercalóricas, deberías dormir más. La ciencia ha demostrado que pasar demasiado tiempo en vigilia se asocia a una mayor ingesta de alimento para mantenernos despiertos. El mismo estudio revela que las mujeres somos especialmente propensas a comer en exceso alimentos ricos en azúcares o grasa en esas noches en vela pudiendo ganar hasta 0,8 kilos en cinco noches de insomnio.
Fuente: Objetivo bienestar