La dieta vegana es aquella que elimina completamente el consumo de carne, pescado, lácteos, huevos y miel de su alimentación, por respeto a los animales. De esta forma, un vegano solo se alimenta de productos de origen vegetal. En resumen, el veganismo no es estrictamente una dieta, más bien es un estilo de vida que quiere evitar el sufrimiento, maltrato y muerte de animales. En este sentido, también rechaza el uso de cualquier producto de origen animal, como pieles, seda, plumas o cualquier producto que haya sido testado con animales. El nutricionsita Eduard Baladia, de la Academia Española de Nutrición y Dietética y Red de Nutrición Basada en la Evidencia, nos ayuda a entender la tendencia “veggie” tan de moda.
Según Baladia, la palabra “dieta” viene del término griego “díaita”, y para ellos, este término significaba algo más que un “régimen alimentario”; era una forma de vivir. “Así que sí, se puede hablar de dieta vegana, ya que no solo es un conjunto de alimentos que se ingieren regularmente, sino que también representa un estilo de vida”, nos comenta el nutricionista.
Desde Onmeda nos interesaba saber si esta dieta era recomendable a nivel nutricional y a nuestra pregunta el experto nos comenta que una dieta vegana adecuadamente ejecutada, conduce a un correcto estado de salud, pero si no es controlada, puede conducir a problemas de salud leves y graves. Para Baladía, la ventaja es que las personas que siguen una dieta vegana suelen cuidar y estar más atentas a su alimentación y estilo de vida(que incluye actividad física), por lo que generalmente conduce a un estado de salud óptimo.
Así, una dieta vegana suplementada con vitamina B12 en forma de suplementos, no debería afectar al estado de salud. “De hecho, se entiende que es compatible con la mayoría o incluso con todos los estados fisiológicos y posiblemente es apta para todas las edades”, confirma el especialista, aunque advierte de que “mis afirmaciones no son completamente firmes porque, en la ciencia en general, casi todas las afirmaciones están sujetas a cambios, y en el veganismo en concreto, disponemos de pocos estudios sobre algunas situaciones fisiológicas y para algunas edades”.
Referente a este punto, como ejemplo, Baladia apunta a que en una de las situaciones fisiológicas más delicadas en la vida, como es el embarazo, una revisión sistemática de todas las publicaciones realizadas hasta 2015 concluyó que, a pesar de que las pruebas son heterogéneas y escasas, prestando atención al aporte de vitaminas y minerales, las dietas veganas deben ser consideradas seguras durante el embarazo.
Para suplir las deficiencias de vitaminas de la dieta vegana se necesita suplementos vitamínicos de vitamina B12. Según el nutricionista consultado, a pesar de que existen productos dietéticos enriquecidos con esta vitamina, y que en teoría se podría obtener la cantidad diaria recomendada, los estudios indican que aquellos veganos que no consumen suplementos de B12 tienen mayor riesgo de tener déficit de esta vitamina.
Con respecto a las proteínas, no deben tomar precauciones adicionales o distintas a las personas omnívoras. Solo deben asegurar un aporte adecuado de energía.
En cuanto a algunos minerales como el hierro, a pesar de que las personas veganas tienen menores reservas en comparación a las personas omnívoras, la prevalencia de anemia ferropénica es parecida, y es posible que los efectos beneficioso de mantener unos niveles inferiores de hierro en sangre sea superior al riesgo que conlleva.
Por otra parte, a pesar de que los estudios indican que los veganos tienen una densidad mineral ósea inferior con respecto a los omnívoros, debido a que no consumen lácteos, no parece existir diferencias en la fragilidad de los huesos.
Si hablamos de Omega-3, teniendo en cuenta que los veganos suelen ser consumidores de frutos secos y semillas, no existen pruebas de que los veganos tengan riesgos relacionados con la salud debido a un menor consumo de omega-3.
Fuente: onmeda